Qué es el naming, el poder de los nombres

¿Qué es el Naming? El poder de los nombres

No queremos ser muy malos, pero seguro que alguna vez has tachado a alguna persona antes de conocerla porque no te entraba mucho por el nombre.

Y es que, los nombres albergan un enorme poder. Todos cuentan con algún tipo de simbolismo, e inevitablemente asociamos distintos significados que bien pueden ser de agrado, desagrado, curiosidad, pasividad, atracción o, por el contrario, rechazo. En el caso de las marcas, su nombre sugiere mucho más. Nos traslada a lugares inhóspitos, emiten juicios de valor e incluso evocan emociones. Los nombres son una rama del marketing bien estudiada e imperativamente necesaria para el éxito de las marcas, que recibe el nombre de Naming.

Hola, encantada me llamo…

Normalmente, el signo identitario más importante de las marcas nuevas es su nombre. Y cuando se presentan por primera vez, es más que probable que cuenten con un segundo, o incluso menos, para ganarse a su público. Del éxito en su presentación es responsable, en gran medida, su nombre.

Es importante que el nombre represente los valores y pilares con los que se sustenta la marca, para que en un solo impacto, sea capaz de transmitir su identidad. Y es que, realmente la creación de un nombre no es cualquier cosa. Se necesita de una especial sensibilidad para saber captar su esencia, y a la vez conseguir que sea evocadora y fácil de recordar para el consumidor.

Pero, si elegir un nombre es tan delicado, ¿qué aspectos se deben tener en cuenta para generar un buen nombre de marca? A continuación te damos algunos consejos que puedes tener en cuenta en la creación del nombre.

    1. Un nombre siempre debe contar con algún significado, simplemente no te lo puedes sacar de la manga porque no aporta ningún valor ni describe la marca. Los nombres pueden ser:

1. Descriptivos: Describen la marca o/y su actividad.

2. Patronímicos: aluden al nombre del fundador.

3. Toponímicos: hacen referencia a un lugar.

4. Contracciones: mezclas de palabras que aporten valor a la marca o conjunto de siglas.

5. Simbólicos: nombres que juegan con figuras retóricas y prestan gran atención a la belleza literaria.

      1. ¿Tienes una marca con proyección internacional? Quizás deberías plantearte que no hubiese problemas de pronunciación y memorización en los idiomas más hablados en el mundo, como sería el chino, el español, el árabe y por supuesto el inglés. Por no hablar de ser cuidadoso de no crear un nombre con ¡otro significado asociado!
      1. Preocúpate de elaborar suficientes opciones para poder encontrar el nombre más adecuado. Invierte varias horas en pensar nombres y juega con combinaciones para sacarle el máximo jugo.
      1. ¿Habías empezado ya con el diseño de tu marca? Pues ¡para el carro! Paso a paso, primero se elige el nombre y luego se empieza a diseñar. Un diseño que te obligue a descartar posibles nombres es una catástrofe asegurada.
      1. Y por último, debes registrar el nombre por todas partes. En el momento de elegir el nombre final, debes tener en cuenta la especulación de dominios que existe. Puede que algunos de tus nombres favoritos cuenten en la red con dominios comprados y que debas recomprarlos a un elevado precio. Si no cuentas con ese dinero extra, quizás debas replantearte el cambio de nombre. Haz también el ejercicio de comprobar si el nombre elegido ya está siendo utilizado en redes sociales.

Mezclando de nuevo

Tal y como has podido ver, elegir un nombre no es cosa fácil, y realmente necesitas el soporte de un equipo especializado y profesional para la elección de un nombre adecuado. En la búsqueda de un nombre, la mezcla es un factor importante y muy presente. Gran parte de los nombres son resultado de increíbles mezclas llenas de significados que ayudan a las marcas a despegar y resultar atractivas para que tengas ganas de conocerlas.