La clave del éxito está en la gestión de las redes sociales
¿Qué supone gestionar las redes sociales de una empresa o entidad? El community management va más allá de compartir contenidos con regularidad en las redes sociales, ya que, por ejemplo, se debe detectar qué gente usa cada red social, los intereses de los seguidores, así como las horas de mayor actividad e interacción. Con una visión completa de la figura del community manager, se desarrollará una estrategia integral y coherente de comunicación, sin dejar nada de lado.
Los elementos clave de un buen community management se basan en:
Gestionar de manera acertada las publicaciones en las redes sociales, dar respuesta e interaccionar con los seguidores, así como mantener los perfiles sociales actualizados.
Comunicar y hacer llegar los mensajes de manera directa, clara y atractiva, para lograr que los contenidos compartidos en los perfiles obtengan la respuesta esperada (likes, favoritos, retweets), para, en definitiva, generar compromiso y vinculación entre la gente y la marca.
Observar y escuchar a la comunidad para saber qué es lo que más le gusta a la gente, qué genera reacciones positivas y negativas. A través de la observación se determinará la estrategia a seguir en cada una de las redes con el objetivo de maximizar el impacto. También es esencial observar a la competencia (saber qué hace, sus fortalezas y sus debilidades) para saber guiar mejor a la comunidad de seguidores y ejercer el liderazgo de opinión.
Intermediar entre la organización y los seguidores, y viceversa, por lo que tiene que gestionar doblemente con el objetivo de lograr el crecimiento regular de ambos. Esta doble función es de gran ayuda para las organizaciones ya que ayuda a mejorar y a responder a las necesidades del público.
Analizar periódicamente la evolución y el funcionamiento de las redes sociales. Esto debe convertirse en un proceso constante, lo que permitirá corregir y adaptar la estrategia de las marcas a las situaciones.
Conocer a fondo la organización así como los productos y/o servicios que se comercializan, lo que permitirá la identificación del valor agregado de la marca y aportará un nivel de información esencial para guiar a las comunidades.
En definitiva, el community management tiene que ser ejercido por un buen profesional, el community manager, que tenga implícita la capacidad de experimentar y que vaya más allá de las redes sociales. El community manager debe saber transformarse en cliente asiduo de los productos y servicios de la marca a la que le gestiona las redes sociales, y probar, testar e identificar las debilidades y actuar en consecuencia. Todo este conjunto acabará repercutiendo positivamente en la gestión global de la marca.